Al salir de mi trabajo recojo a mi hijo y me dirijo a casa, mis ojos se ponen húmedos, por tener lagrimar retenidas que no he llorado pero que se asoman al escuchar la música por el reproductor, son canciones que hablan del amor que le tengo a el.
Empiezan en mi cabeza muchos pensamientos que quiero escribir pero en ese momento no puedo por ir manejando.
Muchos pensamientos para ti.
Muchas cosas que me digo a mi misma.
Pero siempre el lamento de otro día sin verte.
Por que me falta valor.
Por que esa cobardía.
Por que no enfrento las cosas.
Veo a mi hijo y me dan ganas de llorar.
Cuando crecerá.
Cuando le podre explicar mi verdad.
Que te amo a ti, si a ti, y no a su papá.
Estoy triste, no lo puedo negar, el día se hace largo, me faltan fuerzas para poder continuar.
Pero aun así sigo conduciendo a casa.
A continuar con mi vida de siempre.
La única alegría que encuentro es que estoy con mi hijo.
Que el también tiene derecho a ser feliz.
Y como el me a dicho yo los quiero a los dos juntos no separados.
Es por eso que seguimos juntos, solo por eso.
Muchas ideas vienen a mi cabeza, tantas que se me hacen un torbellino, termino con dolor de cabeza.
Otra vez no duermo.
Espero tus brazos para arrullarme, y así por fin poder dormir.
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